miércoles, 4 de febrero de 2015

NO A LA SOBREPOBLACION DE PERROS Y GATOS CALLEJEROS


UN PROBLEMA SOCIAL

Muchos de nosotros crecimos teniendo un perro, un gato de los cuales  al pasar los años  nos olvidamos de ellos, ellos de nosotros no.
Uno de los problemas sociales y que muchas asociaciones de protección  de los derechos de los animales luchan es la sobrepoblación de perros y gatos callejeros  y de necesidades que pasan día a día una realidad muy triste.
Es muy penoso saber que en nuestro país no se respete a estos animales  y no nos ágamos responsables si tenemos uno. Tener un perro para muchos significa tenerlo como cuidador, distractor de niños como juguetes, generar ingresos llegando a explotar a estos inocentes animales que lo único que quieren es tener amigos.
Algo que está muy mal y sinvergüenzamente hasta a veces nos burlamos  de las distintas asociaciones que se hacen responsables de estos perros y gatos callejeros que son rescatados de los basureros, calles y distintos puntos de abandono sin fines de lucro.
Para muchos existen cosas más importantes o relevantes  que estar  ayudando a estas asociaciones  de protección de  perros o gatos  que necesita ayuda como alimentos, medicamentos entre otros.
Pues es una verdad a medias , una verdad egoísta sabes por qué?, Mucha gente piensa que los animales callejeros sobrevivirán de una u otra manera, pero esto no es verdad. Esta es una salida fácil que fuerza a algunas personas a negar la cruel realidad de la superpoblación de animales domésticos. Los animales callejeros no sobreviven sus miserias. Por el contrario, sufren hambre, sed, enfermedades y maltratos. Ningún animal callejero (perro o gato) dura más de dos años en la calle; termina siendo atropellado, envenenado o muriéndose de hambre y de sarna.
Y yo se que a ti ni a mi no nos gusta ver a perros y gatos desorientados, desnutridos, pidiendo comida corriendo de un lado a otro o quizás hasta muertos  si sientes esa  compasión y respeto por estos indefensos animales, tome la responsabilidad de rescatarlo de las calles, y ofrézcale un hogar decente, lleno de amor, consideración y respeto. O apoye en la labor de educación a las organizaciones animalistas. Tirarle algunas migajas a un animal callejero y sentir pena por él por unos instantes, no proporciona ninguna ayuda al problema.
 
 
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario